Problemas por el cobro de almacenaje con la Aduana y los depósitos fiscales

Un problema considerable que se presenta en las operaciones de comercio exterior son los altos costos del almacenaje que cobran los depósitos fiscales.

Principalmente en el caso de las importaciones, este problema se puede presentar tanto en el usual caso de que un verificador aduanero tenga objeciones sobre la declaración o el ingreso de la mercadería, decidiendo la iniciación de algún sumario; como en otros casos en los se detiene el curso de la operación porque debe intervenir algún otro organismo estatal; o, también, en aquéllos otros en los que por alguna cuestión inusual del trámite, se pierde su rastro y la mercadería queda alojada en el depósito fiscal hasta que se recibe el correspondiente reclamo de pago. Incluso puede suceder que sea el transportista o el despachante quien reciba el reclamo porque el titular de la mercadería nunca se presentó a hacer los trámites aduaneros para su liberación a plaza.

En el caso de que se haya iniciado un sumario, debe tenerse en cuenta que el Código Aduanero prevé una exención de almacenaje para aquéllos supuestos en los que no se arriba a una condena; razón por la que no siempre es procedente la obligación que los depósitos pueden reclamar al respecto.

En los demás casos en que la mercadería quedó detenida por alguna razón en el depósito fiscal sin que el titular de la misma haya culminado la operación de importación, lo que corresponde considerar es que, en la lógica del Código Aduanero, es la Aduana la responsable de declarar en rezago a las mercaderías y proceder con su venta o destrucción mediante el denominado régimen del “despacho de oficio”.

Consecuentemente, teniendo en cuenta lo significativas que pueden ser estas deudas, y sin perjuicio de la obvia presión que genera el que la misma incremente diariamente su monto, recomendamos consultar previamente para conocer en detalle las posibles alternativas al problema.